NOTAS
El Bullmastiff y el síndrome braquicéfalo
Por Marcelo Burghi, Vader Bullmastiff Kennel.
Cuando pensamos en las características que definen el estándar de una raza, tenemos que pensar en los motivos por los cuales los redactores originales, destacaban ciertos aspectos del tipo por sobre otros. No solo tenemos que encontrar respuestas en una característica deseable, funcional a una tarea o trabajo, sino también pensar, en qué buscaban aquellos redactores originales como respuestas a características del tipo, que podían llegar a afectar negativamente la calidad de vida de la raza a estandarizar.
Desde comienzos del siglo XX a la actualidad, no solo pasó mucho tiempo, sino muchas personas con buenos y malos criterios, modas, excesos y desviaciones, ante los cuales los distintos Kennel Club y organismos del mundo fueron buscando respuestas pensando en el bienestar animal.
Ante este panorama, encontramos distintos estudios de salud como los que aplica el ROM (Register of Merit) de la American Bullmastiff Association o los controles veterinarios de rutina que se aplican a los ganadores de Best Of Breed en el Kennel Club of England, o también podemos mencionar buenos ejemplos como aptos de cria en Holanda, Italia, Colombia y Uruguay, entre otros o casos similares al ROM como en Francia.
Una de estas características no deseables es el síndrome braquicéfalo el cual, es independiente aunque consecuencia necesaria de una cabeza braquicéfala. Frente a ello, encontramos distintas medidas, entre las cuales una de las habituales son las prohibiciones por parte de la mayoría de las aerolíneas, para viajar en Bodega con razas de estas características. El fundamento de esta medida se encuentra en que, a través de los años, se fueron sumando varios casos de perros, gatos u otras mascotas, que fallecían durante el vuelo y el motivo principal era la falta de circulación de aire.
En primer lugar, siempre el equipaje debería ir bien presurizado, imaginen que a 10.000 metros de altura y a menos 60 grados, éste llegaría congelado. Entonces, descartada la falta de presurización y teniendo una correcta temperatura, nos encontramos con que el problema se relaciona directamente con la falta de circulación de aire y ésta se vincula al tipo de fuselaje, siendo los aviones de fuselaje ancho los que tienen mejor circulación. En segundo lugar, se vincula al tipo de fabricante, de esta forma en los aviones más chicos y, consecuentemente, de fuselaje angosto, el aire circula peor y dentro de éstos no es lo mismo viajar en un Airbus, que en un Boeing o un Tupolev que en un Embrager, siendo estos aviones Brasileros, donde se dieron la mayoría de estos casos, por lo que los hacen los mas peligrosos para tus mascotas. Cuando digo la mayoría, me refiero a que también encontramos algunos casos en otras marcas de aviones, e incluso en aviones de fuselaje ancho.
Dos aclaraciones, un perro braquicéfalo respira peor, por lo tanto, en un ambiente donde menos aire circule es más fácil que sufra un golpe de calor. Por otro lado y seguramente haciendo un mal uso de las mayúsculas, pero buscando la atención de algún lector poco formado, ¡TU MASCOTA NO ES EQUIPAJE! y salvo forzadísimas excepciones, no deberia viajar en bodega. Tengo la suficiente autoridad que me dan más de 100 viajes por el mundo, de continente a continente, siempre volando con mis perros en cabina, para escribir con fundamentos de porqué debe ser así, tema sobre el cual ampliare en otro momento…
En otra punta del mismo iceberg, podemos encontrar nuevas legislaciones, que difícilmente sean aplicadas en lo inmediato, pero ya forman parte de una corriente que nos marca algunas alertas a la hora de criar perros de apariencia chata, braquicéfalos y que en muchos casos pueden terminar en un síndrome braquicéfalo.
Por ejemplo, en los países Bajos desde el 2014, existe una ley que cayó en desuetudo, que prohíbe la cría de perros con anomalías que podrían poner en peligro su propia salud o la de su descendencia. Esta ley, como otras redactadas entre gallos y medianoche, resulta hoy en día ineficaz por falta de organismos de control pero, entre otras cosas interesantes, nos deja un sistema de calificación tipo semáforo, donde acorde a la proporción del cráneo con el hocico prohíbe la cría de estos ejemplares por razones de salud. De esta forma, en Rojo estarían los ejemplares que tienen el hocico en una proporción menor a un tercio respecto al cráneo, por lo tanto, serían alcanzados por la prohibición. En Amarillo los ejemplares que mantienen una proporción de un tercio, donde la reproducción está permitida respetando otros criterios específicos para la cría y finalmente en Verde los ejemplares que tienen el hocico al menos de la mitad del tamaño del cráneo y son libres para su crianza.
Pasando a lo que nos compete, el Bullmastiff está incluido en la mayoría de las listas de razas braquicéfalas y es alcanzado por muchas de estas listas. A lo que surgen varios interrogantes: ¿Esto es correcto?; ¿Esto se aplica para todo tipo de Bullmastiff?,;¿Debería haber más de un tipo de Bullmastiff?. Vamos a intentar estudiar un poco estos puntos para tener un panorama más claro.
La palabra “Braquicéfalo” del griego brakhis= pequeño, corto y kephale= cabeza, significa etimológicamente “cabeza corta” o “cara corta”, y es un término que se usa para referirse a las razas de perros con rasgos faciales que incluyen una mandíbula superior comprimida y un hocico corto. Las razas más comunes son el Bulldog inglés, el Bulldog Francés, el Pug/Carlino, el Shih Tzu o el Boxer, entre varios ejemplos.
Despues de todo lo planteado ut supra, sobre lo peligroso que es que un perro braquicéfalo viaje, por ejemplo en la bodega de un avión de fuselaje angosto, donde circula menos aire, entendemos que al tener una cara y garganta más poco convencionales no es capaz de pasar aire con velocidad sobre la lengua a través del jadeo. Como sabemos el jadeo sirve como un sistema de refrigeración, enfriando la sangre que circula por la lengua. En el caso del perro braquicéfalo, requiere un trabajo adicional para mover la misma cantidad de aire, entonces sus vías respiratorias se inflaman, obstruyen el paso de aire y el perro se “sobrecalienta”, el jadeo se vuelve intenso y la respiración ruidosa. Por otro lado, las fosas nasales estrechas, dificultan el ingreso de aire y finalmente con una cara tan corta se complica la ubicación del velo del paladar, que desciende holgadamente hacia la garganta, creando un sonido de resoplido, conocido como “paladar blando”. En conclusión, un perro Braquicéfalo respira mal, sea por el alargamiento del velo del paladar, por las narinas estenóticas o por la eversión de los sáculos laríngeos, por lo cual, no se recomienda que viaje en condiciones poco favorables de ventilación.
Entonces, ¿Nuestros amados Bullmastiff sufren el síndrome braquicéfalos?, la respuesta correcta puede ser vista desde distintos puntos. En primer lugar, no necesariamente un perro con una buena proporción de cráneo/hocico esta exento de tener por ejemplo narinas estenóticas, como tampoco todos los ejemplares de apariencia braquicefala van a padecer el síndrome. Recurriendo a nuestro estándar, la cabeza correcta de un Bullmastiff etimológicamente es de una apariencia braquicéfala si se quiere, porque es algo más corta de lo convencional, pero en las proporciones descriptas no debería presentar ninguna de las complicaciones asociadas con el síndrome braquicéfalo. El estándar FCI (Federacion Cinologica Internacional) indica que la “distancia desde la punta de la nariz hasta el tope, es aproximadamente un tercio de la longitud desde la punta de la nariz hasta el centro del occipucio”, y en el caso del AKC (American Kennel Club) establece un “hocico ancho y profundo; su longitud, en comparación con la de toda la cabeza, es aproximadamente de 1 a 3.” Por lo tanto, la cabeza correcta de un Bullmastiff acorde a su estándar, no debería estar asociada a ninguna de las complicaciones del síndrome Braquicéfalo. Si tomamos como referencia el “sémaforo Holandés”, seria un claro color Amarillo.
Llevando esto mismo a la realidad, por más que muchas modas y exageraciones a nuestro estándar sean vistas por muchos criadores y amantes de nuestra raza como típicas, no quiere decir que así lo sean. Hoy en día, vemos con mucha frecuencia Bullmastiffs con estas características y no solo como mascotas, sino en competencias y representando muchos Kennel del mundo. Tenemos que tener muy claro que por más títulos que ostenten, no dejan de ser en realidad variantes del hipertipo de nuestra raza y son muy indeseables por varias razones, pero personalmente creo que la fundamental es que nos lleva a un conflicto directo con la función histórica de la raza y con la capacidad para hacer ese trabajo por el que fue creado y que le da identidad. La forma sigue a la función y por mas atractivo que nos resulte un ejemplar, si no puede realizar la tarea para la que fue creado no es representativo de su raza.